LA TRAMPA
Interrumpir en forma imprevista y brusca un mandato es siempre un desacierto en sí mismo.
Si la persona destituida es quién llevó y mantuvo a la empresa en su posición líder, la decisión se vuelve más cuestionable.
Hacerlo en forma irregular, violando estatutos, derechos y leyes es una desviación insoportable de los principios en los que se fundó OSDE.
Como consecuencia de toda esta irregularidad, se provoca situaciones de incertidumbre, inacción y desorganización.
OSDE sufre así un daño cuyas consecuencias son fáciles de comprender: La realidad varía en forma permanente y la carencia de liderazgo anticipatorio deja a la organización como un velero sin timón en medio de una tormenta.